Tipos de riesgos laborales
RIESGOS FÍSICOS
Los riesgos físicos son los más habituales dentro del
apartado de siniestralidad en la prevención de riesgos laborales. Estos pueden
ser provocados por diversos motivos, como los ruidos excesivos, el trabajo en
condiciones peligrosas, etc.
En referencia al ruido, hemos de ser conscientes de que la
exposición continuada a sonidos muy elevados hace que se activen células
capilares que podrían provocar la pérdida de capacidad auditiva de un
trabajador. De ahí que sea básico implementar todas las medidas de seguridad
necesarias para evitar riesgos.
En referencia también a los ruidos, las propias vibraciones
que producen en la maquinaria pueden provocar problemas vertebrales,
abdominales, digestivos e incluso cerebrales.
Otro aspecto que afecta a los riesgos físicos es la
iluminación, que puede provocar deslumbramientos u oscuridad excesiva, según el
nivel de luz, lo que podría producir accidentes laborales o problemas visuales.
También destacan en este apartado la temperatura, la
humedad, las radiaciones, etc. Generalmente, se asocian a equipos de trabajo
que exigen condiciones específicas, pero que pueden provocar ambientes con
exceso de frío, calor, humedad o ionización bastante elevados, que, a su vez,
podrían desembocar en problemas físicos tras exposiciones prolongadas.
Recordar que también sufren riesgo físico aquellos empleados
que trabajan con maquinaria pesada, en alturas elevadas o en profesiones de
riesgo.
RIESGO QUÍMICO
También es importante el riesgo químico que se produce en
ciertos procesos, o incluso en el propio medio ambiente. Estas afecciones
pueden ser peligrosas debido a la inhalación, ingestión o absorción de ciertas
sustancias dañinas. Hay que tener especial cuidado con aquellas personas que
sufren alergias o intolerancias, que podrían sufrir procesos de asfixia. Es
necesario, pues, el uso de equipo adecuado, que ha de incluir guantes,
mascarillas, trajes especiales, zonas descontaminantes, etc.
RIESGO BIOLÓGICO
El riesgo biológico es aquel que está producido por agentes
patógenos, como pueden ser los parásitos, las bacterias, los virus o los
hongos. Pueden provocar diversas enfermedades tras un contacto o aspiración. En
este caso, se recomienda, más allá de trabajar con los equipos de protección
adecuados, elaborar un programa de control de salud que incluya vacunas y
pruebas médicas específicas.
RIESGOS ERGONÓMICOS
Los riesgos ergonómicos cobran cada día más importancia,
dado que los puestos de trabajo remoto o de oficina, sedentarios o de
repetición, son muy numerosos hoy en día. De hecho, el 60% de las enfermedades
laborales se asocian a estos riesgos, de los cuales un 25% se refiere a la
manipulación de cargas.
En este caso, los factores que se incluyen se traducen en
mala higiene postural, movimientos repetitivos, levantamientos de peso
excesivo, etc. Todo ello provoca daños físicos que, de no ser atajados a
tiempo, terminan por volverse crónicos.
Como es lógico, la única solución es una higiene postural
adecuada y hábitos saludables. Es decir, utilizar la postura correcta para
levantar cargas, para estar sentados frente a un ordenador, o para estar en una
cadena de ensamblaje, por ejemplo. Es la única forma de evitar problemas
físicos y óseos, así como diversas lesiones.
RIESGOS PSICOLÓGICOS
En este caso, los riesgos psicológicos se asocian al estrés,
la fatiga, etc. No obstante, influyen otros factores, como la rutina. Por ello
es tan importante un horario laboral que conjugue conciliación familiar, así
como descansos frecuentes, especialmente, tras seis horas de trabajo. También
contribuye a reducir riesgo los buenos ambientes laborales.
RIESGO MECÁNICO
En este caso, el riesgo mecánico se observa cuando se
trabaja en situaciones de riesgo, como pueden ser las superficies inseguras,
con equipos en mal estado, o con herramientas inadecuadas. Por ello es
necesario asegurarse que los equipos están en condiciones de utilización óptima.
RIESGOS AMBIENTALES
En cuanto al tipo de riesgos ambientales, nada se puede
hacer, salvo tomar las medidas más adecuadas previamente. Y es que estos se
relacionan con el clima y la naturaleza, como puedan ser las inundaciones,
lluvias, tempestades, terremotos y maremotos, erupciones volcánicas, etc. En
este caso, se recomienda prevención, precaución y prudencia.
OTROS TIPOS DE
RIESGOS LABORALES
Pero no son estos los únicos tipos de riesgos laborales que
nos encontramos hoy en día. Hay otras situaciones que también pueden devenir en
problemas de salud y accidentes de trabajo.
TRABAJO CON PANTALLAS
Lo decíamos anteriormente, pero merece un apartado propio.
El trabajo con pantallas para visualizar datos, ya sea el empleo en remoto o en
oficina con ordenadores, es cada día más común. Sin embargo, puede afectar a la
vista y acabar con problemas oculares graves. Un descanso cada cierto tiempo es
recomendable, apartando la mirada de la pantalla.
TRABAJO POR TURNOS Y
NOCTURNO
También el trabajo por turnos y nocturno, que exige que el
organismo se active en momentos concretos, puede ser peligroso. Y es que variar
los horarios naturales del cuerpo puede provocar problemas físicos, sociales y
familiares. Es decir, un desajuste triple, que va desde lo biológico a lo mental.
TRABAJO CON
NANOTECNOLOGÍA
Este es un tipo de riesgo laboral que gana presencia a
diario con el avance de las nuevas tecnologías. El trabajo con nanotecnologías
en laboratorios científicos está demostrando ser más peligroso de lo que se
pensaba, aunque hoy todavía no se sabe a ciencia cierta cómo afectará al cuerpo
humano a largo plazo. No obstante, las organizaciones ya toman medidas de
prevención adecuadas a cada puesto laboral.
SEGURIDAD VIAL
Los riesgos laborales también se centran en la seguridad
vial. Aquellos trabajadores que se ganan la vida viajando, ya sea transportando
personas, así como comerciales o en el traslado de mercancías, merecen su
propio apartado, puesto que se exponen desde el momento en que cogen el
volante. Ha de evitar largas jornadas, más de dos horas ininterrumpidas en
carretera, etc.
Comentarios
Publicar un comentario